sábado, 28 de octubre de 2017

PEDAGOGÍA DE LA UNIDAD



Tras las reflexiones sobre el laberinto español, cabe hacer una consideraciones complementarias.

Ya hemos visto que el problema catalán viene de antiguo, y ya desde el siglo XVII, por lo menos,  hay una desafección mutua Cataluña-resto de España.

Esta desafección ha ideo creciendo con los siglos, y hemos llegado en este octubre de 2017 a una situación límite, con la aplicación del art.155 y la no asunción por los independentistas más sedicentes, de los decretos gubernamentales.

Como los separatistas más radicales no se sienten españoles, para ellos no parece rezar esta tutela de su autonomía por el Estado.

Han de intervenir los mecanismos judiciales, que seguro implicarán fuertes sanciones a los rebeldes, lo que de una parte es una necesidad pero de otra, se enconará más el problema.

Parece todo un callejón sin salida.

A mi modo de ver la solución del problema catalán, aunque sea lenta, costosa y dura, solo puede pasar por la aplicación de lo que sería una "pedagogía de la unidad", tema que acaso no se haya estudiado a fondo por los insignes analistas políticos.

La Pedagogía, uno de cuyos padres es un español, Quintiliano, es una ciencia muy práctica y cultivadora de valores inmarcesibles, humanos y morales. Su aplicación, como pedagogía política, a la situación de Cataluña. puede ser muy útil.

Como el desarrollo es complejo, ahora solamente daré unas ideas iniciales.

En las ciencias de la educación hay una rama  que es "Política educativa". Tiene muchas posibilidades prácticas, además de las teóricas.

Se ha de empezar ya a practicar una pedagogía de la unidad, con dialogo, comprensión, paciencia y espíritu elevado y constructivo, rompiendo esa "maldición" de las dos Españas, que nos acosa.

Hay que comprender a Cataluña, y al tiempo Cataluña ha de comprender al resto de España. Es mucho lo que une a ambas partes. Pero hay que encontrarlo y profundizar en ello, pues descubriendo unos puntos comunes, por pequeños que sean inicialmente, se va agrandando el radio de acción.

Con humildad, comprendiendo los fallos de unos y otros y procurando enmendarlos.

El Gobierno ha de "entrar"en Cataluña, convivir con su con su esencia, sus estructuras, comprender la importancia que para los catalanes tienen sus tradiciones, amarlas, difundirlas, valorarlas...

A los catalanes les gusta que se alabe todo lo mucho y bueno que tienen. Y España, el resto de España, ha de darles a conocer también lo mucho y bueno que hay allí.

Uniendo los tesoros, lo mejor de cada parte, puede andarse el  camino.

Un Gobierno se precisa, que se "arremangue", acuda a las fiestas y tradiciones catalanas, las valore, se hermane, las comprenda, las alabe... Eso es muy importante. Quizá lo que más.

Y que se destierre la educación sectaria de apología de la separación, esa historia falsa... Urge  una aplicación de un  programa educativo integrador para toda España.

Solo son unos apuntes. Hay aún mucho que decir.

Pero creo que ese es el camino.

Buenos días, amigos, en este 29 de octubre de 207.

¿El primer día de la esperanza? Quizás; la meta está lejana...

SOBRE EL LABERINTO ESPAÑOL














La situación actual de Cataluña, en este interminable octubre de 2017, e incluso en esta segunda mitad del año en curso, merece unas reflexiones que no sean superficiales, sino que vayan al trasfondo del problema.

Por eso, parodiando el título del maravilloso libro de Gerald Brenan, "El laberinto español", titularé estas primeras consideraciones de conjunto, con el epígrafe "Sobre el laberinto español".

Porque en realidad, el problema catalán va mucho más allá de la propia Cataluña, o de los intérpretes actuales de esta tragicomedia, esos Artur Mas, Carles Puigdemont o Mariano Rajoy, por poner unos ejemplos. Trasciende a ellos, pues la "problemática" es larga y profunda. Los hechos actuales, son más o menos graves, pero estamos ante un "desenlace" (consecuencia de otros desenlaces) que se veían venir y que mas tarde o más temprano tendrían que desembocar en esta revolución,sublevación, secesión o como lo queramos llamar, tan preocupante.

España, es un conglomerado de sentimientos, sensibilidades, sueños y anhelos, un verdadero mosaico que a lo largo de la historia se ha ido formando, con el paso por nuestra vieja piel de toro de culturas y culturas y civilizaciones muy diversas: fenicios, griegos, romanos,visigodos, árabes...

Y aunque más adelante profundizaremos en este tema, adelantemos que Cataluña ha sido prácticamente siempre, algo "distinto", muy diferenciado, con el condado de Barcelona, el adelanto industrial sobre el resto de España, la desafección del resto de España a "esos raros catalanes" (y viceversa), y unos caracteres muy específicos que en buena medida diferenciaban a los catalanes del resto de españoles (sin olvidar, por supuesto, muchos puntos comunes). Dos culturas, mirando cada una a un lado distinto, sin llegar realmente a encontrarse. Esto hizo que el hecho diferencial fuese agudizándose e incluso en la historia pasada, con intentos (sangrientos, desoladores) de independencia del solar común.

Por eso digo que la "culpa" de la actual situación es un poco de todos, de gobernantes de uno u otro signo, de una u otra adscripción geográfica.

Debido a ello, a esa "pulsión implícita" que es Cataluña, se han unido otros intereses, unos espurios y negativos, otros bienintencionados aunque muchas veces errados. El desconocimiento de lo que es  y representan Cataluña y el espíritu catalán, ha sido patente por el resto de España. Y tampoco podemos decir que Cataluña haya hecho mucho por remediarlo. El mea culpa es "casi" de todos.

¿Y qué intereses afloran ahora? Cataluña se ha convertido en un caldo de cultivo, en un laboratorio de experimentación, de muchos elementos o factores. Es un "talón de Aquiles" que tienen España, la Unión Europea e incluso la civilización occidental. El separatismo, el nacionalismo (tan nefasto), el anarquismo (con implicaciones cupianas), el deseo de Rusia y sus  satélites de desestabilizar la Unión Europea..., han hallado en la desafección de Cataluña por el resto de España, un escenario ideal.  Y  había que aprovecharlo.

Y a las buena gentes catalanas, se les puede adoctrinar", "fanatizar", "convertir" al antiespañolismo (ya las "bases" estaban muy bien asentadas). Y ello con mentiras, medias verdades y campañas casi perfectamente orquestadas.

No olvidemos la excelente organización de Òmnibus Cultural y la Asamblea Nacional Catalana para diseñar y exportar su mensaje antiespañol, de opresión sobre Cataluña, represión del Estado Español... El mensaje trasciende a todo el mundo, sin que el Estado Español apenas pueda contrarrestar tan perfectamente calculada "influencia" sobre la opinión pública.

Basten estas pocas reflexiones para situar el problema. Posteriormente, iremos desgranando otros aspectos y matices de este complejo caleidoscopio.

A mi juicio, la aplicación del art. 155, es una necesidad. El Gobierno de España está obligado a ello, para no ser demandado ante la historia. Esta aplicación sin duda traerá nuevos problemas, un escenario en principio aún más duro y crispado, y la resistencia de una buena parte de los catalanes puede hacer casi estéril su aplicación efectiva, o al menos ese es el riesgo. Estamos ante un callejón sin apenas salidas y acaso el problema seguirá y seguirá ¿Hay remedio? Sí, pero lento. Aplicando el diálogo, el buen juicio, la paciencia y una  verdadera pedagogía política. Ya profundizaremos en lo que entendemos por pedagogía política.