domingo, 5 de noviembre de 2017

CONSTITUCIONALISTAS VS INDEPENDENTISTAS




Escribo estas líneas a 6 de noviembre de 2017.

El 21 de diciembre se celebran unas trascendentales elecciones para Cataluña, y para el resto de España.

Del resultado depende en buena parte el devenir político de nuestro país.

Se forman dos grandes bloques, los constitucionalistas y los independentistas.

Por supuesto, hay que respetar todas las opciones, pues en esto consiste la democracia.

Pero los catalanes han de sopesar muy bien los pros y contras de su voto, pues de ello depende su seguridad, calidad de vida y futuro. Y asimismo, por ende, indirectamente, el transcurso del resto de España.

Un triunfo independentista situaría a Cataluña en una situación comprometida, con riesgo de que se repitan los graves sucesos de estos meses.

Los partidos independentistas no han cambiado sus posiciones. Quieren una República Catalana independiente y su triunfo les daría alas, repitiendo previsiblemente los pasos lamentables que tenemos aún en la retina. No cejan en su empeño, pese a saber que la república independiente choca con nuestra Constitución. Otra vez art. 155, manifestaciones, fuga de empresas...

Los recientes acontecimientos tras el 155, con manifestaciones, ese Camp Nou politizado, esa tv3 politizada, las declaraciones de los líderes... No hay duda.

El Gobierno ha de velar por la neutralidad en el proceso, sin manipulaciones. Ya la tv3 pública está demostrando su sesgo...

La situación es muy preocupante.

En el campo de los constitucionalistas vemos firmeza en PP y C´s, pero el psoe catalán, la tercera pata del trípode de la esperanza está dividido. Es un PSC que "tira" para otro lado e Iceta hace lo posible y lo imposible por recomponerlo... Es un frente débil ante la extraordinaria organización de la maquinaria secesionista. Mucho me temo lo peor...

En fin, que los ciudadanos catalanes decidan. Ellos mismos se la juegan... Los humildes ciudadanos españoles en general, de  fuera de Cataluña, poco podemos hacer, somos la mayoría silenciosa.
Solo hacer oír nuestra voz, y si eso sirve de algo...

¡Pobre España!

jueves, 2 de noviembre de 2017

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN.


Una foto, tan simbólica...



Alicante, 2 de noviembre de 2017.

Estamos, en nuestro país, viviendo días muy intensos y muy preocupantes.

Trataré de hacer un análisis realista de la tan preocupante situación. Con humildad, sin desprestigiar ni desmerecer a ninguna institución y con el respeto a todas. Un análisis constructivo y lleno de afecto.

La problemática catalana no solo es de esta hermosa región, lo es también de España en su conjunto, e incluso de la propia Europa.

Con la aplicación por nuestro Gobierno del art. 155, el problema catalán no está acabado, ni mucho menos ¡Ojalá hubiera sido así!

Habrá elecciones en diciembre, pero lo normal es que vuelva a pasar lo mismo. Ganará el independentismo, se constituirá un Govern separatista y volverá este a insistir en la República Catalana (que ahora está agazapada en el exilio, pero sigue operando dentro y fuera de España para desprestigiar a nuestro país). Los que no están fuera de España y no están encausados, que son muchos, siguen adelante y harán todo lo posible por actuar contra nuestro país bien en el nuevo Govern, bien en las dos asociaciones promotoras del independentismo... Incluso piensan recurrir ante la ONU, el Tribunal de La Haya...

Es decir, que el problema sigue y sigue, y creo que por nuestro Gobierno se ha de hacer una labor para contrarrestar esta campaña independentista, tan bien organizada y orquestada...

¿Cómo se ha llegado a esto? Si bien el independentismo catalán ya data del siglo XVII, lo cierto es que, tras varios intentos posteriores de establecer la República, a veces reprimidos cruentamente, desde la Constitución de 1978 aparentemente estaba "calmado".

La culpa es un poco de todos. Han sido unos cuarenta años de adoctrinamiento en las escuelas (el Ministerio de Educación miraba a otro lado pese a los informes de Alta Inspección Educativa del Estado), de organización de la república "en la sombra", de aquiescencia implícita de los Gobiernos socialistas y populares... Acuerdos con partidos independentistas, grandes cantidades de dinero para calmar su sed separatista (empleado en sus campañas antiespañolas)..., debilidad, "conveniencia" espúrea... ¡Tanta culpa!

Se iba incubando el desastre. Y se ha llegado tarde a "intentar" poner remedio. No es muy edificante lo que han hecho nuestros Gobiernos, por otro lado, con partidos  "decisorios"mayoritarios (bien con mayoría absoluta, bien con mayoría relativa) atenazados por la corrupción, y que miraban más a los tribunales contra ellos que al "monstruo" que en la noble Cataluña iba creciendo...

La corrupción ha ido alimentado a los populismos, a los separatismos, a los anarquismos... Poco ejemplo ético dábamos en las alturas del Gobierno español...  Desgraciadamente.

Pero parece que no se ha aprendido la lección, y la reacción es tardía e insuficiente. Estamos ahora en lo mismo, o incluso peor.

En cincuenta días no se puede normalizar un problema que lleva siglos...

No ha habido ni parece querer haber, la necesaria "pedagogía" y el necesario acercamiento empático, ganando el corazón de los catalanes y así contrarrestar tantas mentiras del separatismo y propaganda pagada... con dinero público, de todos los españoles.

¿Qué esperanza hay? Acaso en un milagro, pero eso parece difícil. Lo único, que la Virgen del Pilar, santiago Apóstol, el Corazón de Jesús... se "confabulen" para dar luz a nuestros políticos, que en general, y lamentablemente,  ¡dejan tanto que desear!

Amemos a España, estemos unidos, y que los ciudadanos, cada uno de nosotros, el sano pueblo español, desde la modestia de su personal actuación, vaya (vayamos) poniendo las semillas, labradores de la unidad, en nuestro barrio, en nuestro pueblo, en nuestro entorno... Poco es, pero que por nosotros no quede.

Y al final, el lema triste: ¿Que dios nos pille confesados!

Yo lo veo todo muy  mal, ¿y vosotros, queridos amigos?

Nada, a  lo nuestro, que no es poco.